Un día como hoy en 1619 el francés René Descartes dejó a la historia su famosa frase: “Pienso, luego existo”, “cogito ergo sum” en latín o "I think, therefore I am" en inglés, la cual resume su proceso intelectual y filosófico que afirma que la única forma de encontrar la verdad es mediante la razón.
Descartes
llega a la conclusión que si no es posible eliminar la duda por lo menos no
puede dudar de que piensa que está dudando, por lo tanto “yo pienso” se expresa
en dos conclusiones: primero que pienso y luego que existo; considerando que él
estaba convencido que la opinión y la experiencia común de la humanidad no eran
confiables para buscar la verdad es por ello que crea un método que implica un
instrumento matemático de deducción que deriva de una razón absoluta
proyectando así la idea de un universo mecanístico.
Él resumía
todo señalando que a pesar de que todos tenemos una mente y un cuerpo, la única
certeza es la existencia de la mente (pensamiento, razón) pues no se puede
estar seguro ni que nuestro cuerpo existe.
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